10/12/07

ESCAPARATES PARA TURISTAS



Siempre llega la primera vez de sentir y vivir en primera persona lo que la palabra TURISTA implica.
Siempre llega el momento de preguntarnos: -¿Por qué y para qué compraría yo esto en aquel lugar y ahora no se donde ponerlo?
Como costumbre, cuando viajamos, traemos recuerdos de todos aquellos sitios que visitamos. No basta con hacernos fotos para dejar constancia de que estuvimos en aquel lugar, también sentimos la necesidad de enseñarle a los amigos, familia y si a caso, a conocidos (a cuantos más mejor), que no sólo te has sacado esas maravillosas instantáneas, sino que te has traído los souvenirs, accesorios de moda y ropa que nadie tendrá ni llevará igual.
Por no hablar de los regalitos que casi te sientes en la obligación de traerle a todo el mundo aunque con mucho gusto. El cenicero o el mechero típico para tus amigos, que como todos se han ido de vacaciones, te juntas con cinco iguales, el platito de la virgen de... o en el que pone recuerdo de... para mamá, la cual ya no tiene estanterías donde colocarlos; la taza inigualable de desayuno para los hermanos y para papá... para papá aquella camiseta, gorra, etc, que sólo se pondrá para estar por casa, para las chapuzas, para ir al campo y a lo mejor para hacer deporte o aquel llavero que guardará en el cajón de su mesita con los tantos más que contiene su interior.
Cuando nos encontramos en un sitio nuevo, lo primero que hacemos es comprar y después ya podemos disfrutar con la alegría de que te has comprado las mejores chanclas, pareo o bañador del mundo y que puedes lucirlo el 2º día de salida; además de sentir la emocionante sensación de ir como todas las personas y turistas del lugar, pero que cuando llegas a casa, a la realidad, a la monotomía, guardas todo lo comprado en esa caja que algún día sacarás para recordar.
Recordar también todo lo que te gastaste en ellos y que en aquel momento te parecían los más baratos porque sentías el deseo de consumir por el precio que fuera ya que quizás no volverías.
Lo único que conseguimos es llegar siempre a la misma finalidad: entrar en el juego de comprar y comprar, terminando por tirara todo a la basura.
Quiero terminar diciendo, que viajando con ilusión los recuerdos son las nuevas anécdotas vividas que guardamos en la cabeza y las mejores, en el corazón.

REFLEXIÓN SOBRE LA PRIVACIDAD HUMANA

Hoy en día, hay un desarrollo tecnológico que amenaza la privacidad de las personas a través de cámaras y de la era informática; de modo que no se sabe muy bien dónde se encuentran sus límites entre lo legal y lo ilegal.

En lo que se refiere al campo comercial, las cámaras son una buena estrategia comercial y de negocio, siempre y cuando no divulguen datos, ya que esto no me parece correcto y sería un delito, sobrepasando los límites legales que podrían ser denunciados ante la LOPD (ley de protección oficial de datos) ley que tiene por objeto garantizar y proteger los datos personales, libertades públicas y derechos fundamentales, así como su honor, intimidad y privacidad personal y familiar.

Por lo tanto, nos deberíamos parar a pensar en la sociedad en la cual vivimos y en nuestra propia privacidad, que probablemente está siendo arrebatada por cámaras que nos observan y que se emplean en comercios, tiendas, bancos e incluso cualquier persona nos graba sin que seamos conscientes de ello.

A mi parecer, no me parezca correcto que nos puedan grabar sin nuestra autorización ya que nos privan de la privacidad y libertad que tanto defendemos algunas veces, pero que de otro modo todos somos de una u otra manera responsables de la sociedad que hemos creado y en la cual vivimos.
Si desea más información http://mirame.net

ESCAPARATES PARA TURISTAS

¿Alguna vez has sido turistas?
Yo creo que todos en algún momento hemos tenido el placer de ser turistas, aunque haya sido por unas horas, unos días o unas semanas en la que disfrutas del lugar, te desconectas de la vida cotidiana y te sometes con toda consecuencia a la cultura de la zona.
De manera inconsciente, paseando por una calle del centro, un paseo marítimo, encuentras pequeñas “tiendecillas” que están abiertas a todas las horas del día y que te incitan a observar todo tipo de objetos que en tu ciudad no encuentras o que si los encontrases, pasarían desapercibidos.
Estas pequeñas “tiendecillas” llenas de souvenirs, te incitan a comprar y a emplear complementos (que de ningún modo emplearías en tu ciudad) y los usas en tus vacaciones para incorporarte de algún modo al lugar y no sentirte extraño.
Sin embargo, no pensamos en esos momentos en las grandes superficies, que hacen sus grandes campañas publicitarias para impulsarte a comprar y que en estas “tiendecillas”, donde los artículos están descolocados, amontonados en muchas ocasiones, expuestos en la misma calle, parecen estar ahí por casualidad y no dan la sensación de emplear estrategia alguna, aunque sí están expuestos de manera estratégica en los lugares adecuados para captar clientes que te enganchan para que compres objetos que son insignificantes, e inútiles y que su utilidad será simplemente decorativa.
Estas “tiendecillas”, no solo las empleamos para adecuarnos al lugar, sino que también aprovechamos para comprar pequeños detalles del lugar que en resumidas cuentas a todos nos parecen meras tonterías con mensajes como…….(estuve -allí- y me acorde de ti). Recuerdos que compras con toda ilusión para tus seres queridos a sabiendas que son inútiles y que todo visitante compra como algo normal, aunque sin sentido, pero tú vas y los compras.
Yo pienso, que aunque este tipo de tiendas de souvenirs consideradas para turistas, son un buen medio para promover la zona, así como un sector importante que mantiene la economía de dicho lugar y que para ello no necesitan grandes estrategias de marketing, ni estudios de productos, ni publicidad para comerciar sus productos.
Además, aunque no sean productos de gran utilidad, seguirán comprando todo visitante para, al menos, tener un recuerdo del lugar que visitas.

3/12/07


TODO PARA TURISTAS

¿Quién no tiene en casa un objeto que nos recuerda nuestra visita a Benidorm?

Es cierto que somos turistas, y que como tales las tiendas de souvenirs nos enganchan con artículos que si bien no nos son necesarios, nos cubren la necesidad de que regalar. Son artículos que se pueden clasificar en aquellos que no tienen más que una finalidad decorativa y otros que, si bien nos pueden dar una utilidad, solo por el echo de llevar grabado el nombre o un símbolo que representa la ciudad donde veraneamos nos cuesta más del doble.


No nos damos cuenta que somos objeto de un estudio en el que el consumidor adquiere, en estos casos, no lo que le va ser útil sino lo que nos quieren vender; o no es cierto que más de una vez hemos comprado alguna prenda de vestir que nos vamos a poner en la zona de playita pero que en nuestra ciudad seria imposible e impensable que no la pusiéramos, por que, si ya que vamos a comprar no adquirir algún producto que podamos utilizar en ambos lados, nuestro bolsillo se resentiría menos.

¿Quién no ha ido a Sevilla y le han llamado la atención las castañuelas pequeñitas?, Hay esta la trampa, hacer artículos que llamen la atención del consumidor y conseguir que a través de diversos medios, como son la exposición de los mismos en la calle, nos acerquemos y compremos. Pero tenemos que preguntarnos, que utilidad tienen, comparar precios de estos artículos con otros de similares características y además de venta en otro lugar que no sea el centro del turismo; nos daremos cuenta que nos están engañando o que nosotros nos estamos dejando engañar.


Podemos por tanto llegar a una de tantas conclusiones posibles, esto es, que cuando nosotros viajamos a un lugar que nos es desconocido, o que visitamos por primera vez, deseamos que se mantenga en nuestro recuerdo y no sabemos cual es la mejor forma de atrapar la esencia de ese lugar, pero no debemos de preocuparnos, para ello están estos puntos de venta que nos quieren dar esa esencia en una camiseta, en una toalla, en un bolígrafo, entre otros objetos.

Pero podemos preguntarnos ¿Le ocurre lo mismo a la persona que lleva veraneando más de dos años seguidos en el mismo lugar?
Mi respuesta: “Calló a la primera pero no creo que vuelva a tropezar”